Uno de los tantos recuerdos de mi niñez...
Todos los domingos ibamos con mi mama a la casa de mi madrina en Maipú, siempre lo pasaba increible y cuando en la noche veníamos de vuelta, a veces despierta a veces semi dormida, en el auto de mi padrino, que siempre nos iba a dejar a la casa, pasabamos por el Parque Bustamante en la intersección Rancagua con Bustamante estaba aquel letrero gigante y era tan feliz cuando el semaforo daba rojo, podía ver como el corcho salia disparado y caian las gotas de champagne a la copa. Creo que podría verlo mil veces y no me aburriría.
Si me gustaba tanto ese cartel es porque cada vez que lo veía recordaba que era domingo (aunque ya fuera de noche) y que había pasado un buen día aunque también me hacía recordar que el día siguiente era lunes y tendría que ir al colegio, en fin... Si lo viera en la actualidad se que recordaría todos esos domingos felices en Maipú junto a mi prima.
