sábado, 11 de octubre de 2014

Salida 4



Ella esperaba, había tenido que cruzar toda la ciudad para llegar a una estación de metro donde él la pasaría a buscar. Estaban saliendo hace dos semanas y se veían día por medio. Como para ese día había pronosticada lluvia ella lo había llamado preguntándole a dónde irían, ya que muchas alternativas no habían.

Llovía muy fuerte y mientras la gente trataba rápidamente de tomar una micro sin ser mojados por el agua acumulada en la calle, ella esperaba dentro de la estación, celular en mano, revisando constantemente facebook. Estaba nerviosa porque siempre sentía que en algún momento él la dejaría plantada, cuando en realidad hasta el momento eso jamás había ocurrido, pero no se podía explicar porque cada vez que lo veía se le producía un nudo en el estómago. Es verdad que las cosas iban bastante rápido en relación a lo que ella hubiera querido pero habían acordado dejar fluir la situación. No estaba segura de lo que estaba haciendo, si era lo correcto o no, y siempre se preguntaba hasta donde llegarían porque si había algo contradictorio era que él era totalmente opuesto a lo que ella quería en un hombre, en aspecto sicológico y físico. No tenían mucho tema de conversación, más que temas triviales como ¿qué hiciste hoy? O ¿qué te gusta hacer? Pero aun así, mantenían conversaciones a diario por whatssap. De modo sorpresivo él llegó y la besó.

  -Tengo el auto al otro lado de la calle, vamos!

 Como ella era bastante distraída en temas de ropa y clima, llevaba unas converse rotas que al primer salto se mojaron por completo. Lograron llegar al auto cruzando por el medio de la calle pero la aventura no terminaba ahí. El auto, una camioneta wolkswagen para dos personas no tenía espejos retrovisores, el panel que separaba los asientos de la parte trasera de la camioneta no estaba, así que entraba  todo el frío, los asientos no estaban del todo fijados a la estructura así que se movían constantemente y lo más importante en un día de lluvia, limpiaparabrisas, no tenía. Él comenzó a manejar bajándose del auto en cada luz roja para limpiar por fuera el agua acumulada en el parabrisas. Ella solo se reía de la situación.

La camioneta agarraba velocidad hasta que de pronto ya iban por la carretera en dirección a Valparaíso. Ella le preguntaba constantemente que cuanto faltaba para su casa y él le respondía con un “tranquila, ya falta poco” o reiteraba un “perdona por la camioneta pero era la única que tenía bencina”. La camioneta dobló hacia la derecha y luego lo único que se veían eran campos y una que otra vaca u oveja hasta que después de aproximadamente 20 minutos llegaron a destino.

La casa era grande pero aún no estaba del todo terminada, se podía divisar la parte trasera de la parcela en donde había un camión y varios autos y adelante estaba lleno de maceteros con plantas y una mesa de jardín con sus respectivas sillas de fierro pintado en blanco, desde adentro se escuchaban rancheras. Ella bajo y de inmediato sintió sus pies hundirse en el barro mientras que en su interior repetía una y otra vez “donde me vine a meter”.


miércoles, 8 de octubre de 2014

10 cosas que odio de ti

Odio como me hablas
Odio tu corte de cabello
Odio como conduces 
Y me miras sin recelo
Odio tus espantosas botas
Y que me puedas adivinar
Te odio tanto que me enferma
Hasta me haces rimar
Odio que tengas razón
Y me puedas engañar
Odio que me hagas reír
Y odio que me hagas llorar
Odio no verte la cara
Y que no me hayas llamado 
Pero más odio no odiarte
Ni siquiera un poco...

domingo, 5 de octubre de 2014

Cuek Cuek

https://www.youtube.com/watch?v=gaNtuCOr1wE

Hoy se cierra otro capítulo? en eso estamos, esperando... en realidad yo espero, tu solo sigues... y aun me considero incapaz de saber como reaccionarás o que pasara, porque este corto periodo de tiempo ha sido una total sorpresa de altos y bajos que al principio me atraía pero que ahora me desespera.